Dormir bien, un acto esencial para la salud del corazón
Cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, una fecha destinada a concientizar sobre la importancia de prevenir las enfermedades cardiovasculares. En este marco, el Dr. Augusto Lavalle Cobo, médico especialista en cardiología, pone el foco en un factor de la salud cardiovascular muchas veces olvidado: el descanso. “Dormir bien es una necesidad biológica que sostiene la salud cardiovascular, pero vivimos en una época donde muchas veces el descanso queda relegado, entre otras cosas, por el uso creciente de pantallas que alteran los ritmos del sueño”, explica el Dr. Lavalle Cobo.

El impacto del sueño en el corazón
Además de ser un pilar para la regeneración del sistema inmunitario y para fortalecer las conexiones neuronales encargadas de consolidar la memoria, un buen descanso es fundamental para proteger el corazón. Así lo afirma la Asociación Americana para el Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), que en 2022 incluyó la duración del sueño entre sus “8 Esenciales de la Vida”, un conjunto de factores que considera necesarios para una salud cardiovascular óptima.
“La falta crónica de sueño puede disparar la actividad del sistema nervioso simpático, elevando la adrenalina, la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Además, favorece la resistencia a la insulina, altera el perfil lipídico y aumenta los procesos inflamatorios. Todo esto, sumado a la desregulación del apetito y la ganancia de peso, incrementa considerablemente los factores de riesgo cardiovasculares clásicos”, detalla Lavalle Cobo, quien se desempeña como jefe del Servicio de Cardiología del Sanatorio Otamendi.
Distintos metaanálisis y revisiones sistemáticas difundidas por la AHA demuestran que la calidad del sueño influye en el bienestar cardiovascular, ya que problemas como una menor satisfacción con el descanso o el deterioro de su continuidad están asociados con condiciones como la hipertensión, la rigidez arterial, la disfunción endotelial y la enfermedad coronaria.
Otros estudios también han observado que los síntomas del insomnio están asociados con la fibrilación auricular, un tipo de ritmo cardíaco irregular, y el infarto del miocardio, que ocurre cuando el corazón no recibe suficiente riego sanguíneo a causa de una obstrucción arterial.
La importancia del descanso se extiende a todas las edades, incluso a la juventud. Una investigación preliminar de la AHA, presentada a principios de año en Nueva Orleans, Estados Unidos, reveló que la combinación de insomnio y pocas horas de sueño aumenta significativamente el riesgo de hipertensión en adolescentes. Entre los más de 400 participantes del estudio, aquellos que reportaron insomnio y durmieron menos de 7.7 horas en un laboratorio del sueño mostraron cinco veces más probabilidades de desarrollar hipertensión en etapa 2, una condición que requiere atención médica inmediata para prevenir ataques cardíacos, derrames cerebrales y daño renal.
El sueño en crisis
Un estudio del Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires (UBA), realizado en 2024 a más de 4.800 personas, registró que más del 60% de los encuestados considera tener dificultades frecuentes u ocasionales para dormir.
El uso intensivo de pantallas, la sobrecarga de información y la conexión permanente con dispositivos electrónicos son algunas de las causas que podrían influir en esta situación. La Fundación Argentina del Sueño afirma que la exposición a la luz que emiten las pantallas puede interferir con la conciliación y el mantenimiento del sueño. Por eso, es importante evitar exponerse a ella en las dos horas previas a dormir.
En el caso de las mujeres también se puede tener en cuenta otro factor: La OMS alerta que, durante la menopausia, que ocurre en general entre los 45 y 55 años, es común padecer dificultades para dormir o insomnio debido a la disminución de hormonas como el estrógeno, la progesterona y la melatonina. “Los sudores nocturnos en esta etapa se vinculan con mayor riesgo de hipertensión y otros factores de riesgo cardiovascular, lo que refuerza la importancia de atender las dificultades de sueño en este grupo poblacional”, comenta el Dr. Lavalle Cobo.
Cuidar el descanso es cuidar la salud cardiovascular
En Argentina las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte. De acuerdo con el último informe de Estadísticas Vitales del Ministerio de Salud de la República Argentina, en 2023 se registraron 99.454 fallecimientos por enfermedades del sistema circulatorio. Tener hábitos saludables puede marcar la diferencia.
“El mensaje es claro: para cuidar el corazón hay que tratar el sueño con la misma prioridad que la alimentación o el ejercicio”, subraya el cardiólogo. Para ello, el doctor dice que “es fundamental establecer rutinas regulares de descanso, así como también limitar el uso de pantallas y la exposición a luces brillantes una o dos horas antes de acostarse. Además, es importante que las personas que sufren insomnio persistente, pausas respiratorias o sofocos nocturnos busquen orientación médica”.
“Proteger el sueño es proteger el corazón. Si queremos reducir la carga de enfermedades cardiovasculares, podemos empezar por cuidar las horas que dormimos”, concluye el especialista.